jueves, 25 de septiembre de 2008

historia de los dunedain


Los dúnedain eran los edain que sobrevivieron a la Primera Edad. Este pueblo fue honrado por los Valar y se le dio una tierra que quedaba en el Mar Occidental, entre la Tierra Media y las Tierras Imperecederas. Era Númenor o Oesternesse. Eran gentes poderosas y su caída fue terrible, cuando su país fue tragado por las aguas.


En el año 3319 de la Segunda Edad del Sol, nueve naves vinieron del Mar Occidental. Eran los barcos de Elendil el Alto, quien llevaba a la Tierra Media a los Fieles dúnedain supervivientes. Elendil creó Arnor, el reino septentrional de los dúnedain, y edificó Annúminas, su capital, cerca de las tierras élficas de Lindon, mientras que Anárion e Isildur iban al sur y fundaban Gondor, el reino meridional de los dúnedain, y edificaban Osgiliath, su capital. Durante un siglo de esa edad, los dúnedain prosperaron pacíficamente, pero otro poder también estaba creciendo.


Ubicación de Gondor y Arnor
Mapa de la Tierra Media (556Kb)

De Mordor llegaron Sauron y los Nazgûl, y orcos y hombres de muchas razas que eran sus esclavos. De manera que la guerra volvió a declararse, pero se estableció un pacto que en épocas posteriores se recordaría como la Última Alianza de los elfos y los hombres; Gil-galad, el último Gran Rey de los elfos en la Tierra Media, mandaba a los elfos de Lindon, y Elendil mandaba a los dúnedain. Y, aunque murieron en la lucha Elendil, Anárion y Gil-galad, también acabó el poder de los Espectros del Anillo y de Sauron. Isildur cortó el dedo de la mano de Sauron que tenía el Anillo, y Sauron, los Espectros del Anillo y todos sus siervos pasaron a las sombras. Ésta fue la guerra que puso fin a la Segunda Edad del Sol.

Desaparecido Sauron, se esperaba una época de paz, pero la Tercera Edad también estaba condenada a terminar con una guerra sangrienta, porque Isildur no destruyó el Anillo de Sauron. En el segundo año de la Tercera Edad, Isildur cayó en una emboscada en los Campos Gladios y murió atravesado por las flechas negras de los orcos, y el Anillo se perdió en el río Anduin. Así, aunque durante algún tiempo reinó la paz, el conflicto estaba predestinado a regresar a las Tierras Occidentales.

Los dúnedain fueron atacados por todas partes: balchoth y Aurigas desde Rhûn, númenóreanos negros y haradrim desde el sur, variags de Khand, orcos y dunlendinos de las Montañas Nubladas, Montañeses y trolls de las Landas de Etten, y los Espectros del Anillo que reaparecieron en Mordor, Angmar, Morgul y Dol Guldur. Así transcurrió la Tercera Edad, los dúnedain guerreando contra aquellos que eran guiados por una única fuerza que había conseguido por fin recuperar una forma y que residía en la poderosa torre de Barad-dûr: Sauron, el Señor de los Anillos. Hubo veces durante esos años en que los dúnedain adquirieron verdadero poder y sus territorios llegaron hasta Rhûn y Harad. Pero con el paso de los siglos fueron como acantilados, desgastados por las mareas.

Arnor fue roto como reino y en 1975 cayó su última ciudad. Aunque permaneció escondido en sus tierras un heredero del trono, el reino dúnadan se perdió completamente. A partir de entonces, aquellos que en el norte eran reyes por derecho de los dúnedain, no fueron más que Capitanes. En el sur, aunque amenazado con frecuencia, la mayor parte del reino de Gondor permaneció intacto y fuerte, pero el linaje real se vio interrumpido y el país fue gobernado por Senescales. Durante la Tercera Edad el poder de Sauron fue en aumento, hasta que al final declaró la guerra, decidido a expulsar a los dúnedain y a los elfos del mundo y hacer de la Tierra Media su dominio para siempre. Ésta fue la Guerra del Anillo.

En dicha guerra, surgió entre los dúnedain del norte Aragorn, hijo de Arathorn, el heredero verdadero y único de Isildur y rey por derecho de todos los dúnedain de la Tierra Media. Demostró ser un verdadero jefe de los hombres y, acabada la Guerra del Anillo, fue coronado rey Elessar Telcontar, como heredero de Isildur, gobernante de todos los dúnedain de los reinos gemelos de Gondor y Arnor. Aragorn era comparado con los más nobles númenóreanos de antaño, e incluso con los señores elfos. De hecho, tomó como esposa y reina a la princesa élfica Arwen Undómiel, y juntos gobernaron con sabiduría las Tierras Occidentales hasta bien entrada la Cuarta Edad, llevando la paz a todos los pueblos de la Tierra Media.

No hay comentarios: